El costo de importar
productos desde China al resto del mundo se ha disparado a niveles impensables.
"Si antes pagabas US$2.000 por mover un contenedor desde China a la costa oeste de Estados Unidos, ahora tienes que pagar US$20.000", explica Teddy Heinsen, presidente de la Asociación de Navieros de República Dominicana.
Detrás del espectacular aumento del valor de los fletes marítimos está la llamada "crisis de los contenedores", es decir, una insólita escasez de espacio disponible para transportar los productos de Asia a Occidente.
A la falta de contenedores se suman los atascos que existen en
los mayores puertos internacionales y los cierres temporales de algunos
terminales marítimos chinos debido a las estrictas medidas para controlar la pandemia de covid-19.
Como si le faltara
aceite a un engranaje, cuando una de las partes se queda trabada, todo el
sistema sufre disrupciones.
Entonces ahora que la
economía internacional ha comenzado a recuperarse y los consumidores de
distintos países quieren más productos, el sistema de transporte naviero global
está en apuros para satisfacer esa demanda.
Una demanda que
aumentará en la medida que nos acerquemos a las fiestas de fin de año.
Es por eso que los
importadores de todo tipo de productos, especialmente artículos electrónicos,
anticipan dificultades en la época de las compras navideñas.
"No hay
suficientes barcos, no hay suficientes contenedores, y existen demasiados
retrasos en los puertos para entrar y salir. Esto afecta la cadena
logística", apunta Heinsen.
"La mayor parte
de los importadores están haciendo sus compras para Navidad en este
momento", agrega. Pero como la situación es tan desafiante, "es muy
probable que exista una escasez de productos navideños porque no van a llegar a
tiempo".
Una percepción similar
tiene Carlos Restaino, director ejecutivo de la Asociación Argentina de
Empresas de Juguetes.
"Es tremendo lo
que está pasando", le dice a BBC Mundo. "No son solo los juguetes, es
un problema general".
El precio de un
contenedor de China a Argentina ha subido al doble, explica, pero el temor de los
importadores es que a fin de año el valor suba tres o cuatro veces.
"No sabemos cómo
esto puede afectar el precio que pagarán los consumidores, pero es probable que
algunos juguetes no estén disponibles", apunta.
Restaino señala que
las dificultades no sólo están relacionadas con la escasez de contenedores o
los cuellos de botella en los puertos.
"También algunas
empresas chinas están fabricando menos", apunta, por las restricciones
asociadas a la pandemia.
Como el gigante
asiático ha impuesto estrictas reglas para controlar la propagación de nuevas
olas del virus, cuando existen brotes en determinados lugares, la producción se
retrasa y eso provoca que los plazos de entrega se extiendan.
Así, cada vez que se
cierra una fábrica, cada vez que se cierra un puerto, algún importador se queda
sin su entrega. Y algún consumidor se queda sin su producto.
Ahora que solo faltan
cuatro meses para la Navidad, el mayor problema lo pueden tener los padres
cuando tengan que explicarles a sus hijos pequeños que… bueno… Santa… eh… no
alcanzó a traer todos los regalos.
"Compra tus
regalos de Navidad ahora"
Expertos en transporte
marítimo dicen que la pandemia ha provocado una de las mayores crisis en la
historia desde que comenzaron a utilizarse contenedores en la Segunda Guerra
Mundial.
"Todo el sistema
de infraestructura portuaria se ha visto abrumado", dijo John
Manners-Bell, director ejecutivo de la consultora Transport Intelligence.
Empresarios y expertos
advierten sobre escasez de productos y alzas de precios en Navidad por la
crisis de transporte marítimo.
Y los consumidores lo
sienten cuando ven retrasos en la entrega de productos, escasez o aumento de
precios.
"Compra tus
regalos de Navidad ahora", advirtió a fines de julio Steve Lamar, director
ejecutivo de la Asociación Estadounidense de Ropa y Calzado.
Lamar ha descrito el
problema del transporte comercial como una "crisis marítima aguda".
En una carta dirigida al presidente Joe Biden, le pidió que tomara medidas para
ayudar a poner fin a "un ciclo destructivo de extensos retrasos y costos
disparados".
La pandemia ha
provocado todo tipo de desajustes en la cadena de suministros que van desde la
escasez de materias primas o mano de obra, hasta la falta de espacio en los
buques de carga y en los terminales marítimos.
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