"Ahorita le envío el correo", me dijo del otro lado del teléfono con su inconfundible acento mexicano.
Pero pasaban las horas y el
correo con la información solicitada no llegaba.
¿Será que el tiempo transcurre
de diferente manera entre los hablantes del español de América Latina?, pensé.
Claramente, el adverbio de frecuencia "ahora" está en el centro de este debate.
egún el Diccionario de la
lengua de la Real Academia Española, "ahora" significa "en este
momento" o "en el tiempo actual".
Pero la definición no termina
ahí porque "ahora" abarca un tiempo muy amplio.
Puede significar "hace
poco tiempo", como en "ahora me lo han dicho". O "dentro de
poco tiempo", como en "ahora te lo diré".
"El 'ahora' de toda la
vida en el español ya tenía los tres significados desde el latín. Increíble
¿no?, señala María José Rincón, filóloga y miembro de Academia Dominicana de la
Lengua.
"Quizás ese propio germen
de significado hace que esa extensión hacia el futuro o hacia el pasado sea más
fácil de manejar dependiendo de la idiosincrasia de la costumbre del país".
Y la cuestión de la referencia
temporal se complica aún más cuando algunos hablantes de las distintas
variantes del español de América Latina le agregan diminutivos como:
"ahorita", "ahoritica", "ahoritita" y hasta
"ahorititita".
"Parece que estamos
hablando otro idioma", dice Rincón.
Y ahora?
Los deícticos, que son las
palabras que marcan el tiempo o el espacio en el idioma, pueden provocar
bastantes problemas en la comunicación de los hablantes de una lengua.
"Si para ti 'ahora' es
'ahora' (es decir, en este momento), que una persona te diga: 'te lo mando
ahora' pero en realidad quiere decir 'más adelante'; o te diga: 'te lo mandé
ahora', que quiere decir que 'ya te lo mandó hace tiempo' te descoloca
completamente porque te cambia la percepción temporal", ejemplifica la
filóloga.
En América Latina también es
frecuente la convivencia de "ahora", "ahorita" y
"ahoritita".
Y cada una de ellas puede
tener un matiz diferente en cada región o país.
Según datos del Diccionario de
americanismos, en México, Guatemala, Honduras, El Salvador, Perú y Bolivia
conviven "ahora" (con el significado de "hoy, en el día
presente"), "ahorita" (que es "dentro de un momento, más tarde")
y "ahoritita" (que significa "ahora mismo").
Incluso en algunos sitios
también se escucha el "ahorititita", (para dar más énfasis a la
comunicación) recopila el trabajo "La lengua española en América: normas y
usos actuales", de la Universidad de Valencia.
En Puerto Rico y República Dominicana
se distingue entre "ahora" (que significa "en este
momento") y "ahorita" (que es "dentro de un rato").
En otros lugares, puede pasar
que el "ahoritita" expresa una inmediatez superior a la de
"ahorita". Y "ahora" termina siendo la menos inmediata.
¿Por qué pasa esto?
El tiempo nos permite medir la
duración o separación de acontecimientos. Y la palabra "ahora" nos
ayuda a ordenar sucesos.
En general "el tiempo es
una magnitud que es muy difícil de atrapar y el lenguaje trata de hacerlo con
palabras aunque a veces se ve completamente superado", analiza Rincón que
también dirige el Instituto Guzmán Ariza de Lexicografía en República
Dominicana.
Sin embargo, "el español
es un idioma que atrapa muy bien el tiempo porque tiene una riqueza extraordinaria
de tiempos verbales combinados con modos verbales", agrega la filóloga.
Y en el caso de
"ahora", "ahorita" o "ahoritica", no hay que ser
tan rígidos con el significado.
Cada variedad fija un
significado concreto. Por ejemplo, la comunidad en Colombia decidió que
"ahoritica", el adverbio con dos diminutivos (-ti y -ca) va a
significar "ahora mismo" como en "se estrelló un carro, pasó
ahoritica mismo".
Mientras que en Cuba el
"ahoritica" puede referirse también a "un futuro muy
próximo", como en "dijo que ahoritica llegaba".
Es decir, muchas veces el
significado sólo con la palabra sin conocer el contexto es muy difícil
determinar.
"No tienes que pensar que
en la lengua todas las piezas que se ponen significan lo mismo, lo que hacen es
darle más expresividad", define Rincón.
Ahorita sirve para no
obedecer"
El "ahorita" en
México necesita una explicación más detallada.
Para el lingüista mexicano
Luis Fernando Lara, en la mayoría de los casos donde se usa "ahorita"
y todas sus variantes, las expresiones van relacionadas con el sentido del
mandato y los códigos de cortesía de cada comunidad.
"Para un mexicano, cuyas
normas de cortesía son muy barrocas, expresiones como 'hazlo ahora' y 'ya' son
rudas, pues necesitamos dulcificarlas con oraciones como 'por favor, haz esto
ahora', 'si no te es molesto, hazlo ahora', etc.", dice.
Y la respuesta típica mexicana
a esos mandatos suele ser "ahorita". ¿Pero cuándo es eso?
"Ese ahorita se
interpreta erróneamente como 'en un momento inmediato', pero cuando uno lo estudia,
llega a la conclusión de que significa 'se hará cuando se pueda o en el momento
oportuno'", analiza Lara que es director del Diccionario del español de
México.
"Esto desconcierta a los
extranjeros. Por eso a veces, el interlocutor responde: 'Bueno, pero ahoritita,
ahorititita', para exhortar a una acción inmediata", ejemplifica.
Pero para el psicólogo social
Pablo Fernández Christlieb, el significado de ese "ahorita" es mucho
más profundo y está directamente vinculado a la identidad mexicana en respuesta
a la opresión de la conquista española.
"Así como la Ñ es para el
español, el 'ahorita' es para el español de México y para toda nuestra
idiosincrasia porque concentra la historia completa y el orgullo de este
país".
"Yo creo que básicamente
podría decirse que el 'ahorita' sirve para no obedecer. ¿Cómo le respondía uno
con un 'no' a los españoles que daban órdenes? Pues se le decía 'ahorita', por
supuesto", analiza el académico de la Universidad Nacional Autónoma de
México.
En resumen, ese
"ahorita" nunca iba a pasar.
Y el uso de diminutivos es una
manera de apropiarse del lenguaje que se le fue impuesto.
"Cuando le pones un
diminutivo a algo que es grande, que está encima de ti, de repente se vuelve
chiquito y lo puedes controlar y manipular y ya no es algo que te oprima. Uno
tiene el permiso de desobedecer el lenguaje, por lo tanto, de desobedecer las
órdenes", opina Fernández Christlieb.
"Luego", "luego
luego", "luego, lueguito"
Si bien las confusiones más
comunes -si de tiempo estamos hablando- entre los hablantes de las distintas
variantes del español de América Latina se dan con la palabra
"ahora", no son las únicas.
"Luego" puede
expresar sentido de posterioridad temporal como sinónimo de
"después".
Aunque en El Salvador
"luego" puede significar "temprano", "en las primeras
horas del día" y "rápidamente", en Honduras, "ahora
mismo" y en Paraguay, "de antemano", según recoge una publicación
de la Academia Mexicana de la Lengua.
"El uso mexicano de
'luego' (…) es una posposición de la acción como: 'luego lo hago', y de ahí la
respuesta: 'pero luego luego'", para dar más énfasis que la acción se hará
de inmediato.
Es decir que la expresión
"luego luego" sería más cerca en el tiempo que solo
"luego".
"Increíble, pero
sí", dice Rincón sobre esta expresión que también se usa en Guatemala, por
ejemplo.
"Si te pones a verlo
matemáticamente es una cosa incomprensible. Pero la lengua es así, tiene muchos
factores humanos que nos descolocan porque no tiene mucha explicación, o si la
tiene es más bien sentimental", opina.
También en el español de
América Latina aparecen las expresiones como "luego, lueguito" para
decir que algo sucedió inmediatamente después. O también para dar una idea de
cercanía geográfica: "El pueblo está cerquita, aquí lueguito".
Interferencias
Lo cierto es que estas
confusiones entre los propios hablantes de las distintas variantes del español
es algo relativamente nuevo en la historia de nuestro idioma.
Gracias a la fluidez en las
comunicaciones y básicamente a internet, en la actualidad tenemos la
posibilidad de interactuar con los distintos usuarios del español de todo el
mundo y sorprendernos con las diferencias, aunque más de una vez no nos
entendamos.
"Quizá nadie nunca pensó
que iba a haber un idioma materno hablado por casi 600 millones de personas y
que todos pudiéramos hablar con todos al mismo tiempo. Creo que eso tiene mucho
que ver con lo que nos está pasando ahora", analiza Rincón.
Entonces por estas
interferencias que se producen en la comunicación necesitamos usar cada vez más
palabras para evitar ambigüedades.
"Esas diferencias
enriquecen. A veces pueden ser peligrosas, pero es bonito que nos demos cuenta
que el español es un idioma múltiple, que no hay una cosa mejor dicha que la
otra. No hay nadie que hable mejor que yo", dice la filóloga.
Lara coincide: "Nunca
habrá un 'acuerdo', pues estos temas que relacionan el significado con la
cortesía son tan íntimos de cada sociedad, de cada tradición, de cada cultura,
que no se pueden 'corregir'. Más bien es lo que da idea de la diversidad y riqueza
de las culturas hispánicas".
Este artículo es parte del Hay
Festival Querétaro digital, un encuentro de escritores y pensadores que se
realiza del 1 al 5 de septiembre de 2021.
Tomado de: https://www.bbc.com/mundo/noticias-57520298
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