La República Dominicana hasta la fecha había vencido en todos sus enfrentamientos a la representación de Barbados, si bien no se puede hablar de grandes goleadas, si esta claro que nuestro nivel siempre fue superior a un país donde aun persiste la liga amateur y donde la mayoría de jugadores no tienen rose internacional.
Hasta ayer
jugar contra Barbados había supuesto asegurar tres puntos en una competencia de
futbol, esa selección de Barbados había perdido 2-0 en su partido amistoso
contra un equipo U-18 hace apenas unos días en tierras dominicana y sin embargo
en el partido contra nuestra absoluta no terminó en goleada gracias a dos malas
definiciones de los delanteros de Barbados y una tapada milagrosa del arquero dominicano.
En vilo y a punto de desfallecer llegó el agónico gol del empate al minuto 90+1 en una jugada de carambola y sin mayor merito que la buena definición del atacante dominicano, no fue una jugada de conjunto, ni nada que se parezca en lo mínimo, fue fruto del azar que la pelota cayera justo donde Manny Rodríguez pudo patear y conseguir el tanto del empate.
Un entrenador
con mucho marketing, la selecciones dominicanas son dirigidas en este momento
por una misma persona, fue un rotundo fracaso en las eliminatorias con la U23 y
parece apuntar al mismo blanco con esta selección, no hay un plan de juego, se
pierden los dibujos tácticos al minuto uno, se busca que las individualidades
superen la mediocridad de un juego en conjunto que dista mucho de lo mínimamente
decente, se buscan excusas con el discurso de no estamos buscando excusas, se
habla de micros ciclos, de estrategias, de buscar y ganar espacios y finalmente
nada.
Ayer se añoro con vehemencia al entrenador Clemente Domingo, ayer se recordó cuando llegamos a nuestro mejor puesto en el ranking FIFA , ayer se desnudo la triste realidad de nuestra selección nacional absoluta, es un barco a la deriva sin timón ni timonel, agarrados a la suerte y a las oraciones y con eso no se juega.
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